Hay espacios que no necesitan ser grandes para sentirse plenos.
Desde el primer paso, este apartamento en el Eixample de Mataró transmite algo difícil de explicar con metros: serenidad, equilibrio y esa luz mediterránea que da sentido a los días.
Ubicado en una finca de 2005, este hogar de 73 m² construidos combina practicidad y armonía.
Su distribución, limpia y funcional, conecta la zona de día con la terraza a través de un gran ventanal que deja entrar la claridad sin esfuerzo. La cocina abierta, el comedor y el salón comparten un mismo espacio de ritmo pausado: cocinar mientras conversas, leer junto a la ventana, cenar bajo la luz suave del atardecer.
La terraza, de más de ocho metros, es una prolongación natural de la casa.
Un rincón que se convierte en refugio: desayunos lentos, plantas que crecen, momentos de aire y silencio. En un entorno urbano, este pequeño exterior se siente como un lujo sincero.
En la zona de noche, dos habitaciones completan el equilibrio: una doble con salida directa a la terraza y otra individual, perfecta para invitados o trabajo en casa.
El baño completo, en tonos neutros, resuelve lo cotidiano con discreción y sentido práctico.
El apartamento se encuentra en buen estado, con carpintería de aluminio con doble vidrio, suelo de gres porcelánico, calefacción por radiadores y aire acondicionado por conductos. Detalles que no buscan destacar, pero que construyen confort.
Vivir en el Eixample de Mataró es vivir en movimiento sin perder la calma.
A pocos pasos, todo lo necesario: colegios, tiendas, zonas verdes, transporte público y acceso directo a la C-32. La ciudad respira mar, y eso también se nota: una vida mediterránea, práctica y cercana.
Este apartamento encaja con quienes buscan vivir con ligereza, sin excesos, pero con alma.
Una primera vivienda luminosa, un hogar para una nueva etapa, o una inversión con sentido en una zona consolidada y bien comunicada.
Porque hay lugares que no pretenden impresionar.
Solo ofrecer lo que más escasea: luz, equilibrio y tiempo vivido con calma.
Un apartamento que no compite con el entorno: se integra en él.
Donde la terraza abre la vida, la luz acompaña y cada metro tiene sentido.
Y si quieres recorrerlo desde casa, te dejamos aquí un paseo más visual,
donde el alma de este lugar también se deja ver:
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